Asomados estamos

Este espacio se manifiesta como un laboratorio de reflexión, personal y profesional de mi cotidianidad, que les ofrezco para su entretenimiento.

Espero lo disfruten

18.11.06

De los derechos

Esa tarde por la ventana veía a tres niños que jugaban en la calle con el perro negro de la señora Paquita. Debía abandonar mi lectura cada vez que uno de sus gritos sobre saltaba entre la bulla normal de la calle. De repente un frenazo muy fuerte y un grito estremecedor hizo cerrar las obras completas de Jorge Luís Borges y su grueso tomo verde cayó muy mal abierto al piso. Me reasome por la ventana para observar con temor un carro blanco y mucha gente derredor, algunos niños lloraban, una mala impresión y el ambiente a tragedia rondaban la escena. No pude evitar bajar a la calle para enterarme de primera mano de la fatídica noticia: El perro y un pájaro estaban muertos; el perro pisado por el auto, los niños consternados lo miraban con ganas de revivirlo y el pájaro muerto a pedradas sobre el capo del carro. Tome aire y subí de nuevo a mi casa, abrí una botella de vino tinto y recogí el libro del suelo. Bebí sola toda la botella, pensando y repensando las incongruencias de la “inocencia infantil”, las injusticias, la inseguridad, los derechos animales y todas esas cosas que no están en nuestras manos solucionar. Al terminar la tarde y entrecerrar los ojos una constelación de titilantes estrellas acompañarían la resaca antes de dormir.

No hay comentarios.: